miércoles, 17 de septiembre de 2008

The ninth portal of your body


La prisa y la lentitud. Movimiento y pausa. En su último libro, La LentitudMilan Kundera teoriza sobre la prisa y la lentitud.

La prisa para cuando uno quiere olvidar.
La lentitud para recordar. 

"La velocidad es la forma de éxtasis que la revolución técnica le ha dado al hombre", escribe Kundera. 

El tipo que se sube a la moto a toda velocidad se olvida de su estado, su esposa, sus hijos, su trabajo, sin pasado ni futuro; el que corre siente el peso de su cuerpo, sus ampollas, su corazón, su edad...

Kundera, aparte del gran tema que desarrolla en sus obras -el cual acaba nombrando al libro- se dedica a escribir sobre otras pequeñas teorías. Por ejemplo, en La Insoportable Levedad del Ser, no sólo habla del peso y la levedad, sino que desarrolla todo un capítulo para hablar sobre la caca... "hasta el Papa caga", escribe.

Así, en La Lentitud, aparte de hablar sobre la velocidad y la lentitud, habla sobre el culo, el culo de mujer: the ninth portal of your body, diría Guillaume Apollinarie.

El culo como el noveno acceso a tu cuerpo. Los ojos, las orejas, la nariz, la vagina y al final... el culo "between two pearly mountains".  Escribiría Apollinaire desde las trincheras de la guerra a su amante. Extrañándola. 

El culo, dice Kundera, como el hoyo más misterioso que los otros ocho. No que la vagina no sea importante, claro que es importante, pero oficialmente demasiado importante, afirma. Tan registrada, clasificada, documentada, explicada, examinada, experimentada, vista, cantada, celebrada...

Los ingleses, aunque más gráficamente, han teorizado sobre el tema con ese sentido del humor "tan suyo":





domingo, 7 de septiembre de 2008

MIROSLAV TICHY - Girls Girls Girls


Ahora es famoso por desparpajado. Por viejo y desparpajado. Por loco, tal vez.

MIROSLAV TICHY

Hablar de Tichy igual sea darle (inclúyome) demasiada importancia a lo que no lo tiene, pero así es la vida ¿no? Y los muertos no hablan (él todavía no lo está), mientras que los vivos tratamos de movernos por acá, unos más otros menos. Otros de verdad se pasan.

LA verdad, dice TICHY, es que le vale madres. LE creo. Creo.

"If you want to be famous," ha dicho "you have to be worse at something than everyone else in the world". Un sabio, o un cínico, o un derrotado.

¿Ven lo que les decía? ¿Qué esperar de un desilusionado, nervioso y voyeurista como Tichy? Me recuerda al niñito abandonado temeroso del mundo buscando amor por algún lado, detrás de una lente. Atrevido.

Al grano:

MIROSLAV TICHY.

Este post salió luego de leer a Geoff Dyer en The Guardian.

Geoff Dyer escribió But Beautiful, el mejor libro jamás escrito sobre eljazz, según Keith Jarret, y ahora escribe sobre el fotógrafo Miroslav Tichy un artículo titulado: Girls, girls, girls--


Unos muslos de mujer, las nalgas, otra falda, pasto, una reja
Una de frente, la alberca ¿será? Topless


--Así son sus fotos. Cualquier purista de la fotografía, cual Inspector Javert, te diría que es un horror y que rompe todas las reglas: fueras de foco, imágenes sobreexpuestas, mucha luz aquí, poca luz acá… un desastre, diría. ¿Y cómo evitarlo si trae un cacharro de cámara construida por él mismo?

Pero para una exposición en Londres, Dyer preguntó cuántas fotografías grandiosas había de Tichy y el galerista le dijo “tal vez 200 o 300”. Y tres con foco. Pero ¿qué importa? Sus fotos muestran sudeseo insatisfecho y eso sólo Coca Cola lo logra. Tiene mérito.

Cuando dije viejo es porque Tichy cuenta ahora con unos 82 años. Nació, como Milan Kun
dera, en Brno Checoslovaquia, tres años antes que el escritor.

Para ambos, las mujeres –girls girls girls- tanto en lo erótico de las novelas como en lo voyeurista del fotógrafo, quien las toma con su cámara que bien podría ser una reliquia o una vergüenza.
Dyer dice que en el mundo hay muchos hombres y tipos muy distintos de mujer (físicamente hablando), a unos les atraen las güeras, a otros las morenas, angulosas, redondas. Pero para el fotógrafo, TODAS: Tichy se complace con cualquier falda, aunque sin falda, 
mejor aún. Y ni que fuera a tocarles la pierna o más arriba, sólo con cacharlas tras la lente.

Luego de un breakdown (ya ven que los checos de su generación eran bien arraigados y activistas, mala combinación cuando tu pequeño país se ve invadido por soviéticos) las cosas dejaron de importarle.Miroslav Tichy es un vagabundo o algo. Con su reliquia saca una foto y otra, luego, cuando se le ocurre, las revela y, si quiere, les pinta encima a lápiz: una línea sobre las nalgas o las caderas… No es que le importe, hay veces que el papel lo usa como portavasos para su cerveza. Me refiero al papel fotográfico ya impreso. Es por eso que ahora, en la exposición del Centre Pompidou hay fotos manchadas, quebradas, dobladas, rayadas: el desparpajo, parte del encanto.

Solo importa una cosa: girls girls girls.

"People say I think too much about women… Yet after all, what is there more important to think about?" dijo Rodin. Y así las tenía, digo, mínimo a la pobre de Camille Claudel, gran escultora, amante de Rodin, quien se personificó en L’Age Mur suplicándole al artista que no la dejara.
Dudo que a Tichy alguien le haya suplicado, pero hay gente dispuesta a pagar por colgar sus obras en el cubo blanco.